No codiciarás
No codiciarás la casa de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey ni su asno, ni ninguna otra cosa que pertenezca a tu prójimo" . "Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón". (Mt. 6-21). La advertencia de Dios se refiere a los deseos, no a las necesidades, sino a la envidia, a la codicia por la posesión, cuyas consecuencias son la infelicidad, el odio, la mala hierba del egoismo y la soberbia. Todo lo que nos aparta del Amor y de Dios. Es importante saber apreciar lo que los demás tienen, porque nos hace humildes, estimula la colaboración y nos enseña a valorar cuanto Dios nos ha dado. La envidia es la puerta de la infelicidad, porque provoca el insano de tener lo de los demás El coraje se dirige contra el destino y contra Dios. ¿Porqué no puedo tener más que los demás?. Parece una desgracia, incluso hasta una ofensa grave. La mente se obsesiona por los celos y no se conforma porque realmente no tenenmos tanto, así la semilla de ...